domingo, 21 de agosto de 2011

Dedicado a Hank Chinaski


Discúlpame no haber hecho un mejor poema, solo sentí que tenía que escribir algo, no me culpes.

A Henry Chinaski:

"El mito del artista hambriento era una falacia. Una vez que te dabas cuenta de que todo era una falacia, conseguías la sabiduría y empezabas a sangrar y a arder en llamas y a romper tu ser en explosiones. Yo construiría un imperio con los cuerpos fracturados y las vidas de los hombres sin esperanza, mujeres y niños... Les impulsaría a todos ellos a lo largo de todo el camino. ¡Les enseñaría!"

Señores, este hombre es Cristo

Yo mismo lo vi bajar de la cruz borracho,
estaba con los pantalones caidos y
podía vérsele la raya del culo
Vamos señoras, ustedes no cerraron los ojos.

Descalso y con la bragueta abierta
No podía haber cristo más hermoso
ni hombre más santo sobre la tierra
ni ropas más raidas por la mujer del diablo
(Cachudo diablo diablo cachudo)
Ahora hasta tu perro le ladra a Cristo.

!Tiene que ser Cristo!

Pues a su encuentro llegaron los niños
y se preguntaron
¿quien es ese hombre de los ojos hermosos?
tan diferente a sus padres
impecables
de dientes bien cuidados
cinturones de cuero
ropa planchada
el pene dormido
!no es más que un borracho! dijeron
!sí!
!no es más que un borracho!
con la resaca en su septimo dia
y el pene duro.

Ven sus dedos gruesos, gastados, animales.
¿no saben a caso que cristo anda en todos lados?
!ja!
!y sus mujeres tan solas en casa!
si si, alejen a sus hijos,
Y entonces
Cristo sonríe

Se mea en sus jardines y agradecen la rosa
!Ahora lo niegan!

Tristes gentes ingratas
hombres abrigados con bellas mujeres
que saben ustedes de volverse locos
que sabe de armar un teatro con cuatro paredes
y afligirse tremendamente porque tres de ella se aman,
y la tercera está borracha descubriendo que es poeta.
Señores, Cristo se llama Chsinaski
Ahora
jódanse.

"!Este Cristo está borracho
y ha venido a salvarnos!"

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