Espiritus del recuerdo

Caminando desde el paradero cuesta arriba hacia su casa instalada
en las faldas de algún cerro con nombre olvidado

No hay veredas en su camino solo una pista sin asfaltar
Era una caminata tediosa la de todos los días subir por ahí
pero servía para reflexionar y daba tiempo para preparar una mueca de sonrisa
para antes de entrar a casa

Faltaban ya unas cuadras para llegar
un ventarrón lo empuja hacia atrás advierte que alguien está a su lado
pero no hay nada, ni un alma o tal vez ¿si? ´

Solo faltan algunas casas más para llegar a casa
la calle estaba desolada parecía uno de esos pueblos fantasmas sacados de una película
de Clint eastwood.

Por fin había llegado ahora estaba parado sobre ese tepate negro que decía un bienvenidos
borroso de tantas pisadas, coge el picaporte de la puerta y mete una mano al bolsillo buscando sus llaves
pero no haya nada hace un poco de memoria y se transporta hasta la mañana de aquel día
no no las había cogido las había olvidado en la mesa del centro
solo quedaba esperar hasta la noche en que venía su madre.

empuja y suelta el picaporte, para su sorpresa este se abre
Desconcesertado y tímido entra a su casa con pasos despacios y sigilosos
llama a alguien pero no hay respuesta
su voz produce eco y poco a poco se va desvaneciendo con el viento
su conciencia crea fantasmas en los pasillos estrechos
Y su inconsciente les da vida

Va hacia la sala de estar se hecha en un sillón deforme ya moldeado a la medida de su trasero
se tiende, tira sus zapatos al aire y prende la tv busca algo bueno que ver no hay nada
entre canales
se queda viendo un programilla del medio día
el sol estaba radiante, que molestia. Debería estar en la escuela
pero no, su actuación de una crisis de asma salia bastante bien.

Se queda echado viendo al televisor como idiotizado por los colores
y las exuberantes mujeres que se muestran calurosas desfilando por esa pasarela fosforescente intentando
parecer lo mas putas posibles.

Al parecer su mente le acaba de hacer una jugarreta
O tal vez el stress lo esté desquiciando, un infante bastante regordete
con el cabello negro corto y ojos achinados ha pasado corriendo delante de él y ha subido correidno las escaleras presuroso

Las mujeres siguen bailando en el televisor
intenta distraerse pero la escena de hace unos segundos no se desvanece
hasta puede escuchar algunas vocecillas en el segundo piso
quiero olvidarse de todo esto
se dirige al baño ha echarse un poco de agua a la cara
se ve al espejo del lavabo
baja la cabeza para sacar la mugre de sus manos
y hace un recuento rápido de su vida
no le toma mucho tiempo pues los días son replicas de otros
el grifo está abierto y no advierte que el agua se está rebalsando del lavabo de losa
sube la cabeza y ve tremendas ojeras en su rostro
Lánguido y pálido, sus labios están resecos y su cabello largo y despeinado
siente sus pies húmedos, solo así se da cuenta de que el agua ya se ha llenado demasiado
y es necesario traer una mopa para limpiar el charco de agua que se había formado.

Sale caminando despacio del baño uniendo fragmentos de su pasado
sigue escuchando esas vocecitas que salen desde el tragaluz
mira hacia arriba y ahí estaba de nuevo el niño que había visto hacia unos minutos
al filo del tragaluz
se quedo pasmado viendo la escena
el niño cayo ileso al suelo y fue corriendo hasta al patio trasero de la inmensa casa
él lo siguió raudo
pensando que sería en vano que ya no lo encontraría pero no fue así
ahí estaba el, tirado en el jardín jugando con la tierra húmeda.

No sintió miedo le trajo recuerdos de su niñez cuando él hacía lo mismo
en esa misma casa solo que el jamás se había lanzado por el tragaluz
ese niño era idéntico a el
o alomejor lo era
se sentó a su lado se quito las medias y sumergió sus pies en el lodo
lo miro el estaba concentrado buscando insectos no decía ni una palabra
el comprendió y sonrió
supo que era el
el mismo de antes

una representación de la inocencia perdida
y como la rutina mato lo que alguna vez fuimos
conviertendonos en espíritus habitantes de recuerdos
que de vez en vez vuelven a él "ahora"
para recordarnos que alguna vez las cosas fueron buenas.