miércoles, 23 de marzo de 2011

Revolución


Pero quien comprende la magnitud de los ojos cuando están entreabiertos, quien sabe la verdad de su historia cuando se han cerrado, quien dice que son inocentes cuando duermen (en sueños se arman las unicas revoluciones que temen los dioses), ojos, ojos que arden con furia incacable, impetu de devorarse todos los soles, de encarcelar todos los soles en un par de pupilas endiablas. Le escribo a un desconocido, me escribo a mi; al lobo que se creía capaz de mover al mundo y rugir, rugir el aullido que destroce estos cimientos emputecidos a su paso, podría ser el lobo que olvidé, otro lobo me ha traído esto a la memoria, un desconocido, un camarada, quizá, no sé, ya no sé de mi, ni si todo está conjugado para un fin inútil, inútil pero sublime después de todo, quien sabe el crucigrama de cicatrices que nos marca el destino y desemboca en una hemorragia al ver el Perú que nadie quiere ver, el Perú camuflado pero tan increíblemente visible, inaccesible a las conciencias abortadas prematuramente, ya no sé de mi, pero sé de los ojos que esperan, de los que se cierran, de los que esperan cerrarse, de los miós, entreabiertos y confundidos, preguntándome maldito rol en la historia, "vida mezquina" es que a veces olvidamos que todo es un disco perpetuo, ¡Pero que más da! salgo a la calle y es triste, miro la humanidad y es triste, me miro y es deprimente, donde quedo el que podía cambiar el mundo, donde quedaron los sueños que eran ciertos antes de tiempo, ¿Cobardía? no sé, ¿Resignación? quizá, me puedo enfrentar al mundo desde un poema, ¿será suficiente? tengo mucho que pensar aún...

3 comentarios:

  1. Sí, puedes hacerlo.

    Eres tú quién me lo dice siempre y te creo.
    Mírame a mí, Guido, acabo de perder a alguien tan importante en mi vida, no dejo de pensar en la maldita paradoja que es todo y no dejo de sentir rabia, pero aún así (me sorprende tanto), estoy siguiendo adelante.

    Creo que tú y yo sólo podemos tratar de vivir y escribir para llenar los espacios.

    Un abrazo,

    K-M-

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  2. Pasé a echar un ratito entre tus cosas y a saludarte.

    Un abrazo!

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  3. Es muy triste tu escrito. No sé qué decir más que enviarte ánimos y un fuerte abrazo.
    Como dice Karen, seguro que podrás.

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