jueves, 7 de abril de 2011

Hermosa

Munch

Bus nocturno,
transporte de quimeras hambrientas
en la respiración de la noche;
no fue mi intención soñarte
pero tu estabas parada,
estabas parada y hermosa
como una estatua erigida por dioses
sumisos, estabas hermosa.

Tuve que soñarte
es cierto, te soñé
eras una flor,
una flor elaborada por la bestia
casi arrancada,
por el suplicio de lo conciente
porque no se puede amar
lo que esconde tu sonrisa.

Como te veía a noche
tu sonrisa era universo
y la revelaba un chamán melancólico
tus ojos eran astros (como siempre)
y busqué al corcel del infinito

Estabas hermosa
y en el transporte de lo arrebatado por lo tangible
quizá te amé,
me eché a tus brazos y supe que tu pecho era poeta
ahora me tocaba ser la ficción,
me mirabas
como la manzana que está a punto de caer del árbol
me mirabas
y me sostenias fuerte,
pero nos separaron...
y se acabó el bocado
y se acabó la noche
que se iba con la camisa abierta a beber un vaso con agua

el transporte llegó a la última parada
y me encontré otra vez solo,
pero no importa,
el transporte llegará más tarde
y tu estarás ahi,
como yo, en la parada de todos los buses
esperando de nuevo.

2 comentarios:

  1. Ay, niño melancólico, soñador y distraído. Distraído para aquello que no necesitas conocer, por supuesto. Sabes, he leído este poema en voz alta, acompañada por la música de fondo de Chopin y me ha parecido bastante rítmica...pero, bueno, no hablemos ni de rima ni métrica, eso dejémosle a los ingenieros.
    "y se acabó la noche
    que se iba con la camisa abierta a beber un vaso con agua", me suena a una muchacha asolada por la lluvia de la noche... imagínate que podría aparecer si la camisa de la noche se abre de repente...

    Un abrazo fuerte fuerte fuerte.

    K-M-

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