Edgar Ende
si especifico en encontrarle sentido,
excavare la sima de un par de pupilas
y sajare en delgadas tajadas una piel arrullada por remesones de viento frio,
el aliento de galgos hambrientos
que con tan solo soplar
mis vellos bailaran la atmosfera
hoy me preguntastè un porque
cuando ayer contestè que los busques
en cuellos esqueléticos
donde crecen flores
al quebrarse rodillas
y volar de pestañas
te dije también,
que las lagrimas no endulzan los cafés
y no embriagan tanta cordura
la razón se esconde en mis dientes
y teme salir pues sabe que no es entendida por mi carne,
tampoco por mi o uno de los yo,
solo queda un poco, en cada noche que muere en mis manos
ella huye
pero no alcanza a irse
pronto
se ira y no habrá vuelta atrás ando despachándola hace mucho
pero no logro cansarla.
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